La lucha contra el cambio climático sólo será posible si los ciudadanos somos “capaces de asumir y apoyar” este compromiso, advirtió recientemente el director internacional de cambio climático de la organización conservacionista WWF, el peruano Manuel Pulgar-Vidal. Las personas, a título individual, tenemos más poder del que puede parecer a priori. Cada vez que tomamos una decisión de compra o de inversión cambiamos un poco el mundo. Nuestra forma de actuar en estos cinco ámbitos cotidianos puede marcar la diferencia:

• Desplázate sin malos humos. Los tubos de escape son uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero. Al optar por el transporte público, compartir vehículo o desplazarse en bicicleta o a pie contribuyes a reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera. Si a pesar de todo no puedes despegarte de tu coche particular, considera la compra de un vehículo eléctrico. Para desplazamientos más largos, prioriza el tren antes que el avión, mucho más contaminante.
• Come más frutas, verduras y hortalizas. No sólo te lo agradecerá tu salud, también la del planeta. El consumo abusivo de carne de producción intensiva provoca pérdida de agua, de capacidad orgánica del suelo y es una fuente de emisiones contaminantes. Por otro lado, a la hora de la compra prioriza los alimentos de proximidad, los de temporada y los ecológicos.
• Ahorra energía y autoconsume. Las centrales térmicas que generan electricidad a partir de combustibles fósiles, especialmente carbón, son grandes emisoras de CO₂. Reduciendo el consumo de energía participamos en la reducción de dichas emisiones. La eficiencia energética, la instalación de energías renovables en el hogar o la contratación de energía verde son las principales acciones en nuestras manos en el ámbito energético.
• Reduce, reutiliza y recicla. La extracción de recursos, su transformación, el transporte de productos ya manufacturados e incluso el reciclaje conllevan la emisión de dióxido de carbono. Poner en práctica las 3 ‘R’ (reducir, reciclar y reutilizar) es la mejor estrategia para evitar el consumo innecesario de recursos y los impactos negativos asociados, como la generación de residuos. Reduce tu consumo, reutiliza todo lo que puedas y recicla siempre que sea posible.
• Invierte en proyectos con impacto positivo. A través de fondos de inversión, depósitos o incluso simplemente teniendo el dinero en el banco puedes estar, sin quererlo, financiando empresas o proyectos altamente contaminantes. En cambio, a través de plataformas de crowdlending como ECrowd!, que ofrecen una total transparencia, puedes invertir directamente en proyectos con un impacto positivo sobre el medio ambiente y el conjunto de la sociedad.

Como dijo el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.